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Más que metros cuadrados: cómo el desarrollo inmobiliario impulsa el empleo y la sustentabilidad en Baja California Sur

  • Foto del escritor: Valentina Lozano
    Valentina Lozano
  • 13 may
  • 2 Min. de lectura

Porque construir un patrimonio es importante…Pero construir comunidad, futuro y equilibrio ecológico lo es aún más.



Por Valentina Lozano


Baja California Sur vive un momento clave en su historia inmobiliaria. Lejos quedaron los días en que el desarrollo se limitaba a casas de descanso en la costa. Hoy, el crecimiento inmobiliario está marcando el pulso económico de nuestro estado y dejando una huella —que puede ser positiva— si se planea con visión.


La inversión en bienes raíces se ha convertido en un motor de generación de empleo directo e indirecto. Según cifras del sector, por cada desarrollo habitacional o turístico se crean entre 40 y 100 empleos formales durante su fase de construcción, y muchos más en la operación: desde mantenimiento, limpieza, jardinería y seguridad, hasta administración, servicios y hospitalidad.


Pero lo más relevante no es sólo la cifra, sino el tipo de empleo que se genera: empleo local, empleo con arraigo. En colonias como El Tezal en Cabo San Lucas o El Centenario en La Paz, he conocido historias de vida que cambiaron gracias a una contratación estable en un desarrollo bien gestionado.


Hombres y mujeres que antes se dedicaban a trabajos temporales en la pesca o el comercio informal, ahora tienen acceso a seguridad social y estabilidad económica.


Sin embargo, el verdadero reto no está solo en construir, sino en construir con sentido.


Cada semana converso con desarrolladores que entienden que el lujo del futuro no es una vista al mar sin límites, sino una armonía con el entorno. Ya no basta con plantar un jardín y declarar que el proyecto es “verde”. Hoy, los compradores —sobre todo los internacionales— preguntan por certificaciones LEED, sistemas de captación de agua de lluvia, tratamiento de aguas grises y materiales de bajo impacto.


Y eso no es una moda, es una exigencia que responde a una realidad: BCS es un ecosistema frágil y valiosísimo.


Desde Todos Santos hasta la zona de Zacatitos, los desarrollos inmobiliarios que están marcando la diferencia son aquellos que integran corredores biológicos, respetan los manglares y trabajan con biólogos desde la etapa de diseño.


También hay quienes apoyan activamente a las comunidades aledañas, mediante becas, clínicas médicas móviles o capacitaciones para el empleo.


Por supuesto, queda mucho por hacer. Aún hay proyectos que presionan el recurso hídrico sin control, o que no integran adecuadamente la movilidad urbana. Pero confío en que con la presión social, la vigilancia ciudadana y una nueva generación de compradores conscientes, este sector puede ser uno de los grandes aliados de la sustentabilidad en Baja California Sur.


Invertir en bienes raíces aquí no debería ser solo una decisión financiera. También puede ser una declaración de principios. Porque construir un patrimonio es importante…Pero construir comunidad, futuro y equilibrio ecológico lo es aún más.

📌 Valentina Lozano escribe cada semana en BCS Real Estate 360. Vive entre La Paz y Todos Santos, y se especializa en desarrollos con impacto positivo.

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