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El gigante gentil de La Paz: ¿Qué tamaño tienen los tiburones ballena que visitan la bahía?

  • Foto del escritor: Jorge Gómez
    Jorge Gómez
  • 13 nov
  • 3 Min. de lectura

La bahía de La Paz, reconocida internacionalmente como un santuario natural, recibe cada año a su visitante más distinguido: el tiburón ballena. La llegada de este coloso marino marca el inicio de una temporada de asombro y profundo respeto por la naturaleza, consolidando a la capital de Baja California Sur como el mejor destino del mundo para el avistamiento de esta especie. Este fenómeno natural es un privilegio que deleita a locales y visitantes.


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Una de las preguntas más frecuentes entre los entusiastas de la vida marina es sobre el tamaño de estos ejemplares. Es importante destacar que el tiburón ballena es, de hecho, el pez más grande del mundo. Un ejemplar adulto puede alcanzar longitudes impresionantes, promediando entre los 12 y 14 metros, con registros extraordinarios que se acercan a los 20 o incluso 22 metros de longitud.


Sin embargo, los ejemplares que eligen la bahía de La Paz como su hogar temporal tienen características particulares. Los expertos y guías locales han observado consistentemente que la gran mayoría de los tiburones ballena que ingresan a esta zona protegida son de talla juvenil. Este fascinante comportamiento ha llevado a muchos investigadores a describir la bahía como una especie de "guardería" natural para la especie.


En este santuario, los tiburones ballena juveniles encuentran las condiciones ideales de alimentación y protección para crecer. Por lo tanto, los tamaños típicos que se reportan en las temporadas recientes de avistamiento en La Paz son más modestos que los de un adulto pleno. Los ejemplares más comunes miden entre 2 y 5 o 6 metros de largo, dimensiones que, aunque juveniles, siguen siendo impresionantes al nadar junto a ellos.


A pesar de que la norma en la bahía son los juveniles, existen registros históricos que demuestran la magnificencia que puede alcanzar esta especie en aguas paceñas. Se tiene documentado el avistamiento de un tiburón ballena en la bahía que alcanzó una longitud extraordinaria de aproximadamente 18 metros, un recordatorio del inmenso tamaño que estos gigantes pueden desarrollar y la riqueza de nuestras aguas.


La temporada oficial para el avistamiento y nado con el tiburón ballena en La Paz es un evento muy esperado que atrae a miles de personas. Según los guías locales, la temporada se extiende desde el mes de noviembre hasta el mes de abril. Este periodo coincide con los meses más fríos, cuando la temperatura del mar desciende y las condiciones son ideales para la congregación de estos filtradores.


Aunque la temporada oficial inicia en noviembre, los tiburones ballena comienzan a hacer su aparición en la bahía desde el mes de octubre. Permanecen alimentándose y creciendo en estas aguas protegidas durante todos los meses de invierno. Una vez que las temperaturas comienzan a subir, emprenden sus largas migraciones de verano, dirigiéndose a otros sitios de importancia biológica, como las Islas Galápagos.


El impacto de esta actividad turística en La Paz es de enorme relevancia para la economía local. La observación del tiburón ballena es una actividad de alta demanda, que cada temporada atrae a decenas de miles de visitantes de todas partes del mundo. Las cifras oficiales estiman que se reciben entre 30,000 y 45,000 turistas interesados específicamente en la experiencia de nadar junto a este noble ejemplar.


Esta alta afluencia turística conlleva una gran responsabilidad de conservación. Para garantizar la protección de la especie y la sostenibilidad de la actividad, la bahía fue declarada oficialmente como un Área de Refugio para el tiburón ballena en el año 2018. Esta designación obliga a que todas las expediciones turísticas operen bajo un estricto conjunto de normativas y buenas prácticas.


El compromiso con la conservación es total y se aplica rigurosamente. Los capitanes de las embarcaciones y los guías turísticos están obligados a contar con permisos vigentes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Además, deben recibir una capacitación anual obligatoria sobre las medidas de seguridad y el manejo adecuado de los grupos en el agua.


Estas normas de avistamiento son claras y buscan minimizar el estrés en los animales. Entre las reglas se exige mantener una distancia de seguridad de al menos 2 metros laterales y 3 metros por detrás del tiburón. Asimismo, se limita de manera estricta el número de embarcaciones que pueden estar en la zona de avistamiento simultáneamente, asegurando una experiencia respetuosa y sostenible.

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